PROPIEDADES DE LA SAL

Según la A.D.A (Asociación Dental Americana), el flúor elimina la placa dañina y fortalece el esmalte dental, así, una práctica que se mantiene hasta nuestros días es la solución de agua con sal para tratarse las encías y boca en general, cada sesión de cepillado fortifica y mantiene una óptima salud dental. Ya sabemos que la placa dental desencadena algunas lesiones en las encías. Y el agua marina reduce efectivamente la placa, además de desinflamar las encías con un control ideal.

Son múltiples las riquezas que se obtienen de la sal marina con las propiedades de sus 75 minerales y oligoelementos. Debido a ello, el agua salada tiene ese poder antibacteriano que previene la aparición de caries y mejora la gingivitis. Además, es regenerador, alivia la irritación y la inflamación de las encías, favorece la cicatrización y diversos estudios han comprobado que la sal aporta beneficios benignos a la salud oral en diversos procesos.

Mejor aportará sus propiedades, mientras menos procesada esté la sal, ya que es cómo complemento, ideal para la higiene bucal, es decir, en el cepillado, enjuague o hilo dental.

Una buena forma de observar cómo la sal actúa eficazmente es fijándonos en el PH bucal. Si éste mismo es muy ácido, se lleva a cabo una desmineralización en el esmalte y aparece la caries, en este contexto, el agua con sal, es capaz de equilibrar este ácido/básico y fortalecer los dientes. Cuando nuestro PH sufre un cambio brusco, se forman bacterias en dientes, lengua o mucosa que forman la molesta halitosis (mal aliento), por tanto, al enjuagar o cepillar con agua y sal, merma la posibilidad de tenerlo.

 

EL PROCESO DE LA ÓSMOSIS

Las células de nuestro organismo poseen membranas semipermeables. El agua es una de las pocas sustancias que puede atravesarlas. Dicho esto, dentro de las propiedades inteligentes de las células está la ósmosis.

A la hora de hacer nuestros enjuagues con agua con sal, las células de nuestra boca pasan por ósmosis, esta se deshidrata y se seca. Es decir, el proceso de ósmosis perderá el agua en estas células bucales. Tenemos que ser prudentes en su uso en la higiene bucal con esta solución salina.

 

¿CUÁNDO ENJUAGARSE CON AGUA CON SAL?

La mayoría de las investigaciones nos indican que incluso en niños, es apta la higiene bucal con agua salada, sea de mar o con sal marina. Podríamos tratar diversas patologías orales como:

1. Aftas bucales
2. Síndrome de boca seca.
3. Erupciones dentales con inflamación.
4. Mal aliento.
5. Candidiasis oral.
6. Pequeñas heridas, incluyendo cirugías.
7. Gingivitis ulcerosa necrotizante
8. Tratamientos de incisiones, postquirúrgicas (alargamientos coronarios, implantes, periodoncia…)
9. Caries, por favorecer un adecuado PH bucal, propiciando la proliferación de bacterias saludables.
10. Pacientes comprometidos sistemáticamente (oncológicos, diabéticos, con estado de desnutrición…), con diversos tratamientos bucales.

Recomendado para la acumulación de líquido que ocasiona la inflamación. La sal se absorbe a nivel tópico (no entra a las células), manteniéndose en el líquido intercelular y volviéndolo hipertónico. Compensa con la célula deshidratada, expulsa el líquido y el área se desinflama rápidamente. Es decir, las células requieren que su salinidad interior y exterior sea la misma, así que al aumentar expulsan agua.

 

AGUA CON SAL POST-TRATAMIENTO DE IMPLANTES

Tras la intervención quirúrgica que conlleva un implante dental, enjuagarse con agua con sal luego de este procedimiento es muy importante para una pronta y sana recuperación. Estos enjuagues deben realizarse 2 o 3 veces al día transcurridas las primeras 24 horas, y los continuaremos de 7 a 10 días.

 

AGUA CON SAL TRAS CIRUGÍA Y EXTRACCIÓN DENTAL

Cada paciente responde de forma diferente a la recuperación postoperatoria, pero por lo general las molestias y cuidados luego de cirugía oral son menores. Al igual que en una extracción dental, responde a un pequeño acto quirúrgico, de esta manera, para los dichos tipos de intervenciones, se recomienda mantener la higiene oral para favorecer la cicatrización, siempre teniendo en cuenta que las primeras 24h no debemos ni escupir ni enjuagarnos. A partir de ese rango de tiempo, conviene enjuagarnos con suavidad con agua tibia con sal ( de haber hemorragia, con agua fría), además de estimular la cicatrización, ayudará ante posibles infecciones. En este proceso de recuperación esta solución no debe faltar.

 

¿COMO PREPARAR AGUA CON SAL PARA ENJUAGUE BUCAL?

De las recetas más fáciles para preparar la solución de agua con sal para nuestro enjuague bucal es agua tibia y sal. Por cada vaso de agua añadimos ½ cucharadita de sal, esto lo prepararemos cada vez que deseemos higienizar nuestra boca, especialmente para:

• Aliviar dolores después de una extracción o cirugía bucal.
• Mitigar las molestias de un dolor de garganta o lengua.
• Aliviar úlceras bucales.

A pesar de que el enjuague con agua con sal es beneficioso para la salud bucodental, de ninguna manera sustituye la higiene diaria, es solo un complemento que lo mejora todo.

Por lo tanto, debemos cepillar nuestros dientes por lo menos 2 veces al día y usar un hilo o seda dental como rutina esencial para una higiene óptima. Y nuestro enjuague de agua con sal, para el mantenimiento de las encías.